El alsaciano Louis Moritz se traslada a Barcelona a mediados de los años 50 (1850) con la idea de poner en marcha una cervecería, el proyecto se hace realidad en 1856 y el exitoso negocio y su expertise cervecero pasan de generación en generación. Mientras tanto en Zaragoza, un grupo de emprendedores aragoneses decide poner en marcha una fábrica de cervezas, para dar salida a la abundante cebada del valle del Ebro. Estos, en los años veinte piden ayuda a los hijos del alsaciano para dar impulso al negocio y trasladar su experiencia cervecera que ya lleva 50 años de recorrido, y así entran a formar parte del accionariado de La Zaragozana, con el compromiso de profesionalizar y expandir la compañía. Tras algunos años, pasan a ser los mayores miembros societarios.
Así se consolidan y fortalecen las raíces y legado cervecero de esta familia en nuestro país, pasando a formar un grupo empresarial familiar con dos cerveceras, Ambar y Moritz, entre otros negocios, la mayoría relacionados con el mundo de la hostelería. Hoy en día éste es el grupo empresarial conocido como Agora, que cuenta con una potente fuerza de distribución, Bebinter, que tiene más de una veintena de plataformas logísticas, un manantial de calidad excepcional, una fábrica de refrescos y una marca de café.
El alsaciano Louis Moritz elabora en Barcelona su primera cerveza.
Un grupo de jóvenes acaudalados ponen en marcha la fábrica de cervezas La Zaragozana, capitaneada por un maestro cervecero alemán. Esta dará lugar a la marca comercial Ambar.
Ambar recoge sus primeros premios internacionales.
Por primera vez se introduce una cerveza negra en España de la mano de Moritz.
Los herederos de Louis Moritz adquieren la mayor parte del accionariado de la Zaragozana, en cuya gestión participaban desde hacía una década para dar impulso al proyecto.
Los primeros seat 600, icono de la cervecera Moritz y de una generación de españoles, se incorporan a las flotas comerciales.
La tecnología cervecera cambiaba muy rápido. En esos años se sustituyó el tonel de madera por el de aluminio.
Ambar lanzaba por primera vez en España una cerveza sin
alcohol.
Se llamó Ambar Sin, y muy pronto comenzó a exportarse a los
países árabes.
Fruto de la crisis del petróleo la empresa Moritz se disuelve y la familia continúa al frente del otro negocio cervecero.
Ponemos en marcha una distribuidora propia; Bebinter.
Incorporamos Cobecsa a nuestras las y así por primera vez contamos con manantiales de agua (Lunares) y una fábrica de refrescos (Konga).
Moritz se relanza al mercado doméstico con sus recetas cerveceras originales.
Ampliamos la red de distribución en el área metropolitana de Barcelona. Sumamos ya una veintena de delegaciones que consolidan la red de distribución para la hostelería más importante del noroeste de España.
Recuperamos el Bar Velódromo, devolviendo a la ciudad de Barcelona un importante espacio de encuentro cultural.
Abrimos de nuevo la persiana de la Fábrica Moritz Barcelona en su lugar original, Ronda San Antonio.
Lanzamos La Pantera, un café gourmet con un blend único.
Ambar lanza su primera campaña a nivel nacional, “HACIENDO CERVEZA”, la primera serie hecha en España sobre el oficio cervecero.